“Nada tiene significado sin su contexto”
F. Perls.“Sólo la novedad es nutritiva”
P. Goodman
Ante los pasados acontecimientos del 2020 que hemos vivido: la gran crisis social, económica, de salud, ética, espiritual… hemos podido observar algo que como sociedad occidental ya sabíamos de antemano e intentamos evitar. Por fin sabemos, porque lo hemos vivenciado en nuestras propias carnes; lo frágiles y vulnerables que somos como especie.
Siento que si como sociedad seguimos con los mismos ajustes conservadores (entendidos como formas de actuar, pensar y sentir que se han cronificado en el tiempo) y no buscamos unos nuevos ajustes creativos (nuevas formas de actuar, pensar, sentir…) estaremos perdiendo una gran oportunidad que nos ofrece la vida en post de una transformación social e individual profunda.
Muchos de los valores con los que cada uno rige su vida y los valores que nos mueven como sociedad y especie han quedado, hace tiempo ya, completamente obsoletos y tienen que ser urgentemente cuestionados y reelaborados.
Los valores pueden ser creados por introyectos (ya sea por imitación u oposición). Desde la Terapia Gestalt llamamos introyectos a los valores que hemos heredado de una forma invisible para nosotros y que contienen un alto componente emocional. Hacen referencia a todos aquellos mandatos, creencias, normas, actitudes, emociones… que hemos hecho nuestros sin asimilarlos anteriormente, sin ser cuestionados e integrados en nuestra forma de ser. Están de forma rígida en nosotros, actuando sin darnos margen de opción. Algunos de ellos nos son beneficiosos; como las normas básicas de educación o la normativa de tráfico. Otros, en cambio, son como una piedra en nuestro camino.
Los valores son holísticos, los pensamos, los sentimos, nos emocionan y los percibimos en el cuerpo. Difieren de las creencias en que estos no pueden muchas veces ser pensados ni expresados con coherencia si lo cognitivo y lo emocional no van de la mano.
En todo conflicto lo que resulta dañado son los valores. Y, de hecho, son los valores los que están en el origen del conflicto.
La filosofía que hay detrás de la Terapia Gestalt nos da grandes pistas de qué camino podemos seguir este 2021. Algunos valores que he ido encontrándome en terapia estos últimos meses son: libertad, respeto, igualdad, justicia, verdad, solidaridad, honestidad, serenidad, seguridad confianza, armonía…
Pasar de lo individual a lo relacional es básico para poder empezar a fomentar nuevas políticas sociales y nuevas formas de estar el en mundo. Durante el 2021 necesitamos más que nunca recuperar el AQUÍ y AHORA. El momento presente nos hace más flexibles con la novedad y nos permite darnos cuenta de cómo funcionamos realmente. Siento que solo así será posible el cambio que tanto necesitamos.
“TODOS SOMOS UNO”
Miquel Sala Quera
Terapeuta Gestalt titular per l’AETG.
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